El dedo en gatillo, también conocido como tenosinovitis estenosante, es una condición que afecta los tendones de los dedos y la palma de la mano. Se caracteriza por la inflamación de los tendones que flexionan los dedos y su vaina sinovial, lo que provoca una dificultad para mover el dedo de manera suave y puede dar la sensación de “dispararse” o “atascarse” al flexionar o extender el dedo.

Síntomas

  • Dolor y sensibilidad en la base del dedo afectado.
  • Sensación de chasquido o clic al mover el dedo.
  • Dificultad para extender o flexionar completamente el dedo.
  • Rigidez en el dedo, especialmente por las mañanas.

Incidencia y prevalencia

El dedo en gatillo es una afección común en la práctica clínica de la fisioterapia y la medicina en general. Afecta con mayor frecuencia a mujeres y a personas con ciertas condiciones médicas, como la diabetes.

¿Qué afecta y a qué edad aparece?

El dedo en gatillo puede afectar a cualquier persona, pero es más común en adultos, especialmente entre los 40 y 60 años.

¿Por qué aparece?

La causa exacta del dedo en gatillo no siempre es clara, pero generalmente está relacionada con el uso excesivo o repetitivo de la mano y los dedos, lo que puede irritar los tendones y las vainas sinoviales. También puede estar asociado con enfermedades como la artritis o la diabetes.

Tips y tratamiento fisioterapéutico:

  • Descanso y protección: Evitar las actividades que empeoren los síntomas y proteger la mano afectada de movimientos repetitivos o lesiones adicionales.
  • Terapia manual: Un fisioterapeuta puede utilizar técnicas de terapia manual para mejorar la movilidad del dedo y reducir la inflamación en los tendones y vainas sinoviales.
  • Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento: Se pueden prescribir ejercicios específicos para mejorar la flexibilidad y fuerza de la mano y los dedos.
  • Modificación de actividades: El fisioterapeuta puede ofrecer recomendaciones para adaptar las actividades diarias y laborales para reducir la tensión en la mano y los dedos.
  • Agentes físicos: La aplicación de calor, frío o terapia de ultrasonido puede ser útil para reducir el dolor y la inflamación.
  • Ergonomía: Ajustar la ergonomía en el lugar de trabajo y el hogar para evitar movimientos repetitivos y posturas incómodas.
  • Inmovilización temporal: En casos más graves, se puede recetar el uso de una férula para mantener el dedo en una posición específica y permitir la recuperación.

Es esencial seguir las recomendaciones y el plan de tratamiento del fisioterapeuta para obtener los mejores resultados. En algunos casos, si el tratamiento conservador no es efectivo, se puede considerar la opción de intervenciones quirúrgicas, pero eso debe evaluarse de manera individual.

¿Dónde acudir si tienes el dedo en gatillo?

Es recomendable acudir directamente con tu FISIOTERAPEUTA en Clínica TFR, él sabrá qué estudios y pruebas realizar, para así realizar un correcto tratamiento y abordaje terapéutico.

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